TALENTOS MISIONEROS

 

Ayudará a cumplir el Requisito 1 de la Sección II del Paso de Reina con Cetro.

 

  “Y dio capacidades a cada uno, concediéndoles a algunos ser apóstoles, a otros comunicar mensajes recibidos de Dios, a otros anunciar el mensaje de salvación, a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los suyos para hacer su trabajo de servicio para hacer crecer el cuerpo de Cristo (la iglesia)”. Efesios 4:11-12 VP

         ¿Tienes talentos? Algunas personas se menosprecian a sí mismas diciendo que no tienen "ni una pizca de talento". Pero los versículos que acabamos de leer nos dan a entender que Dios ha repartido talentos a todos. Así que cada uno debe descubrir y usar sus talentos que Dios le dio.

Tener un talento quiere decir tener una aptitud natural para hacer alguna cosa. ¿Tienes facilidad para escribir? ¿hablar? ¿pintar? ¿organizar? ¿trabajar? ¿aconsejar? ¿estudiar? ¿cantar? ¿cuidar a los enfermos? ¿arreglar la casa? ¿coci­nar? ¿investigar? ¿cuidar a los niños pequeños?

¿Te gustan las matemáticas? ¿la ciencia? ¿la gramática? ¿los idiomas? ¿la li­teratura? ¿las leyes? ¿la biología? ¿la oratoria? ¿Por cuál de estos aspectos se re­vela tu talento?

Muchas personas han usado sus talentos para servir al Señor en la obra mi­sionera. Vemos también que Dios nos da talentos para que le glorifiquemos y le sirvamos.

A continuación pensemos en algunos ejemplos del uso de los talentos en la obra misionera.

 

TALENTO EVANGELÍSTICO

Se dice que Juan Bunyan, autor del libro "El Progreso del Peregrino", no podía quedarse

 

callado. Le gustaba mu­cho hablar y leer. Cuando él se convir­tió al Señor se hizo miembro de una iglesia bautista y empezó a predicar por varios pueblos de Inglaterra, su país na­tal. Su predicación atraía a muchas per­sonas de toda clase y posición, que escu­chaban sus mensajes, se arrepentían y recibían a Jesucristo. Dios usó la predi­cación de Juan Bunyan para salvar a muchas personas.

 Juan Bunyan fue un predicador muy valiente. Lo encarcelaron por predicar y le prometieron que le dejarían en libertad si dejaba de predicar. Juan les contestó que si le libertaban iría a las calles otra vez a proclamar el mensaje de salvación para que los hombres reconocieran sus pecados, se arrepintieran y recibieran al Salvador Jesucristo. ¿Conoces algún predica­dor como él? Hay que orar para qué Dios nos dé otros predicadores así.

 
TALENTO PEDAGÓGICO

 

Pedagogía es el arte de enseñar. La persona que tiene talento para enseñar puede dedicar su talento en diversos as­pectos de la obra misionera.

Los maestros cristianos pueden ser de gran bendición al enseñar en escuelas primarias o secundarias. A la vez que dan el conocimiento a los estudiantes, dan ejemplo de las normas cristianas de la vida que tanto se necesitan en nues­tra sociedad.

A veces, en algunos países, a los estudiantes cristianos se les hace difí­cil estudiar en escuelas del gobierno, y las escuelas cristianas son de mucha bendición al facilitar el estudio de estos alumnos.

Dios quiere utilizar a los profesores del seminario y las instituciones teológicas para preparar a los que van a ser pastores y obreros cristianos.

¿Conoces a un profesor de un seminario, instituto bíblico, o escuela cristiana? Pregúntale cómo participa con su trabajo en la obra misionera.

 

TALENTO MEDICO

 

¿Recuerdas a la doctora Ida Scudder? ¿A dónde fue? Se dice que ella comenzó el Colegio Médico

 
Cristiano y un hospi­tal, en la India, con una enfermería de una cama. Cuando la doctora Scudder murió, en 1960, ocho países ayudaron a las iglesias de la India para continuar con la obra médica que ella había comenzado. Más de mil personas entre doctores, enfermeras y técnicos se han graduado en el programa que comenzó la doctora Scudder. ¿Cómo pueden ser­vir los médicos en la obra misionera de tu país? ¿Hay algún hospital bautista en tu país?.
 
 

TALENTO LITERARIO

 

¿Cómo podrías usar tus talentos literarios en la obra misionera? De muchas maneras. Piensa en la revista La Voz. Podrías escribir artículos, revistas y libros para ayudar a mu­chas personas en el mundo entero.

¿Sabes?, hay mucha literatura en el mundo. La gente escribe

 

novelas, ensa­yos, etc., y muchas veces comunica ideas de odio, venganza y destrucción. Si tú fueras una escritora cristiana podrías comunicar el amor de Dios, el amor al prójimo, ideas de paz y de bue­na voluntad que contribuirían a la for­mación de un mundo mejor. ¿Tienes ta­lento para escribir? Dedícalo al Señor y sé una escritora cristiana.

 

 

 

TALENTO DEPORTIVO

 

¿Has pensado alguna vez que tu apti­tud deportiva pueda usarse en la obra misionera?

Miguel Reeder es deportista y misio­nero en Colombia. El pasa buen tiem­po entrenando a profesores de gimna­sia. Hace poco en un campamento asis­tió una pareja deportista. Dieron confe­rencias sobre el deporte en la vida cris­tiana. ¿Sabes cómo llegaron estos de­portistas a conocer al Señor Jesús e inte­resarse en la vida cristiana? Por la amis­tad con Miguel.

Si puedes mostrar tu cristianismo en acción aun en los deportes pue­des considerarte como una misionera deportista. Qué lindo, ¿verdad?

 

 

  TALENTO SOCIAL

 

Qué haría en tu barrio una misionera social? Podría dirigir un cen­tro de capacitación, una especie de cen­tros de buena voluntad, como en Argen­tina, en los cuales enseñan costura, bor­dados, tienen un jardín de infantes o atienden a los niños preescolares mien­tras las madres trabajan.

Podría ayudar a los niñitos desampa­rados en un orfanato, o a los ancianos de un asilo. Qué bueno poder dar alegría a los ancianitos, que casi siempre se sien­ten tristes y abandonados.

Una trabajadora social puede ayudar a muchas familias a saber vivir mejor; a cuidar mejor su casa, a saber utilizar los productos alimenticios más baratos, a tener programas recreativos y muchas cosas más.

En todos estos aspectos y en muchas otras formas tú puedes aprovechar los talentos que Dios te ha dado para servir a la humanidad y glorificar al Señor. ¿Cuál es tu talento? Descúbrelo y úsalo. ¿Cómo?.  La situación, la capacidad y la necesidad te lo indicarán.

Y recuerda: Hay misioneros empleados por las juntas misioneras. Ellos son de mucha bendición. Pero cada cristiano es un misionero empleado de tiempo completo, dedica toda la vida a la empresa de Dios cuyo jefe es Jesucristo el Señor.
 

TODO CUANTO TENGO LO DEBO AL SEÑOR JESÚS

 

MI LISTA DE TALENTOS

CÓMO LOS USARÉ PARA EL SEÑOR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         “Y algunos (Dios) les dio el don de ser apóstoles; a otros el don de predicar bien; a otros el de ganar personas para Cristo y guiarlas a confirmar en él como Salvador; y a otros el don de velar por el pueblo de Dios como el pastor vela por su rebaño, y enseñar los caminos de Dios”. Efesios 4:11 LBAD.

         Y ¿a ti? ¿Cuáles son los talentos que Dios te dio? No desperdicies los talentos. Úsalos para servir al Señor y recibirás muchas bendiciones.