El día 29 de septiembre es el cumpleaños de la señorita MAR JO RÍE BELLE HALL, muy amada de todos los que la conocieron.

Su padre era ministro de la Primera Iglesia Bautista en la ciudad de Youngstown, Ohio. Ella fue el segundo hijo del matrimonio Hall. El primer hijo se llamó Wyman, era ya un joven de 16 años cuando nació su hermana Margarita, la señora Hall había estado inválida por varios años antes del nacimiento de Margarita pero después se mejoró bastante por un tiempo. Pocos años después el Hno. Hall aceptó el pastorado en otro lugar, allí hubo una epidemia de tifoidea, al visitar y ministrar a los miembros de su iglesia el Pastor Hall se contagió y murió de complicaciones resultado de dicha enfermedad cuando  Margarita tenía menos de 5 años de edad. La madre decidió regresar con la chica y el hijo quien ya era un joven a Youngstown donde tenía muchas amistades,.

 A pesar de su delicada salud, la señora Hall siempre tuvo mucho interés en la obra misionera de las mujeres y pasó este entusiasmo a su hija. Sin embargo Margarita siempre afirmaba que jamás ella sería una misionera, pero que trabajaría para contribuir al sostén de otras.

 Terminó la secundaria en Youngstown escogió la carrera de educadora la cual estudió en

Oberlin, una institución de muy buena fama en esa profesión. Trabajó por varios años para sostenerse así misma y a su madre. Su hermano ya se había casado y tenía varios hijos.

Fue en un campamento de jóvenes donde Margarita, a pesar de su afirmación de que nunca seria misionera. Oyó el llamado de Dios y obedeció sin saber cómo podría prepararse y sostenerse a sí misma y a su mamá. Se le presentó la oportunidad de asistir a la escuela misionera de Chicago, en el año 1922-23. Este fue un tiempo de grande inspiración para ella y formó amistades entre alumnas y maestras que hasta la fecha le dan gozo y satisfacción.

Otro obstáculo se presentó para evitar su ingreso en las filas misioneras, pues su mama volvió a enfermarse y no había quien la cuidara excepto su hija. Así que de nuevo empezó a trabajar como profesora de párvulos. Hasta la muerte de su madre en el año de 1927.

En 1928 se le presentó la oportunidad de ir a Puebla como educadora en el entonces "Colegio Howard" y profesora de "Métodos con Párvulos "en el departamento normal de dicha escuela. Llegó a Puebla en el mes de agosto de 1928 sin saber nada de español. Inmediatamente empezó a estudiar el idioma y para el principio del año escolar en febrero de 1929 estaba lista para hacerse cargo de los párvulos con la ayuda de las señoritas normalistas, a Margarita le encantaban los parvulitos mexicanos.

 

 Durante 6 años vivió en el colegio Howard (ahora Nicolás Bravo) y en el departamento elemental de la escuela dominical de la Primera Iglesia Bautista de Puebla.  En la escuela y en la iglesia Miss Hall entrenó a los estudiantes del departamento normal para servir como educadoras y maestras de la escuela dominical para que al tomar su lugar en las escuelas diarias también pudieran ser líderes eficaces en  las iglesias. Miss Hall también iba con algunas señoritas los domingos en la mañana, temprano, para llevar a la escuela dominical a algunos niños del colegio que tenían permiso de sus padres. Algunas veces acompañaba a algunas de las alumnas de Howard y a otros jóvenes de la iglesia a las colonias donde celebraban servicios devocionales en la casa de algún miembro de la iglesia de Puebla. Ella llevaba su guitarra o su acordeón o los jóvenes es llevaban el órgano portátil de la iglesia, así, con la música y los himnos llamaban la atención de los vecinos, que se acercaban para oír el mensaje o la historia bíblica.

A fines del año escolar de 1934, a causa de las leyes antirreligiosas el colegio Howard fue clausurado por la junta misionera y Miss Hall empezó a trabajar en las misiones de la iglesia de Puebla, especialmente con las mujeres y los niños. Por un tiempo, iba con ella una de las graduadas del departamento normal del colegio Howard. La señorita Celia Sánchez, ese trabajo era duro porque siempre fueron en los camiones cargando sus velices, instrumentos y materiales y sin embargo hallaron grande gozo y satisfacción al contemplar el crecimiento espiritual de las hermanas y los niños.

Había servido así en las misiones por varios años cuando la doctora Ota Walters la persuadió para que fuera a Miahuatlan Oaxaca, a  ayudarle a ella en la obra, en la iglesia y en las misiones. Por lo tanto por tres años la Hna. Hall trabajó en ese lugar,  por su propia salud y por la necesidad de su familia se fue a los Estados Unidos por un tiempo,  también ayudo en la obra entre los pieles rojas de Arizona por un corto tiempo.

Su corazón siempre estuvo en la obra en México así que tan pronto como pudo ella regreso, sirviendo en la Asociación del Noreste. Radicaba en la ciudad de Monterrey. Daba clases de inglés en el Colegio Internacional, colaboró con la Primera Iglesia como maestra de la escuela dominical en

la clase llamada "Ruth', una clase de señoritas. Esta actividad dio gran satisfacción a la hermana Hall. Además organizó Institutos para el entrenamiento de maestros de la Escuela Dominical; celebró Escuelas Bíblicas de Vacaciones y otras  actividades en las colonias de Monterrey, en Linares, Reynosa y otros lugares de la Asociación. Cooperó también en la obra de las Sociedades Femeniles del Noreste. Esto le dio gran gozo y satisfacción al sentir mucho amor por las hermanas.

Por la mala salud de ella misma y de su familia regreso a los Estados Unidos. Tan pronto como se restableció, volvió a México, ahora a la Capital. Donde colaboró con iglesias de Cuernavaca, Cuautla, pro-hogar. Atzcapotzalco, Tlalpan y Aviación Civil. Vivió en Xotepingo y era miembro de la Iglesia del Gólgota en Tlalpan. Presentaba estudios bíblicos y misioneros, animaba a las hermanas y a las iglesias en general en sus departamentos educativos.

Siempre expresaba su gozo en servir en México y lo consideraba el más grande privilegio de su vida. Su salud no mejoró y al fin del año de 1960 se retiro definitivamente, vivió con su hermano y lo cuidó en sus últimos años. Un poco después ella fue a radicarse en "Capital Manol " un lugar para jubilados en Salem Oregón, cerca de algunos sobrinos. Aunque no conocía a nadie ahí cuando llegó al poco tiempo hizo muchas buenas amistades entre los demás residentes y seguía siendo una bendición a los que le rodeaban. Su salud no mejoró por lo que pasaba la la mayor parte de su  tiempo en enfermería donde buenas enfermeras atienden a los que lo necesitan. Dice una amiga de ella que seguía manifestando su buen espíritu cristiano a pesar del tiempo que duró enferma.

Acerca de sus años en México la señorita Hall decía:

"Doy gracias a Dios por haberme dado el privilegio de conocer a muchos hermanos en Cristo durante los años que viví en México”. Ella vivió de1928  a 1960, año en que murió.