¿Por qué no fumo?

            Cuando voy por la calle veo chicas como tú, algunas de ellas muy lindas, por cierto, que llevan en la boca una chimenea que las hace ver muy feas: "El cigarrillo". ¿Por qué no fumo? Aquí te dejo algunas respuestas:

 

 PORQUE DESEO IMITAR A CRISTO

 

Cristo fue una persona de bien y de amor. Nos enseñó a vivir de acuerdo como él vivió y nos dijo: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mateo 5:48). Dios es el principio de todo lo bueno y no nos mandaría algo que es nocivo para nosotros. Jesús nunca nos enseñó el hábito de fumar. En cambio él nos enseñó que debemos cuidar nuestro cuerpo. Así que no fumo porque deseo imitar a Cristo.

 

PORQUE QUIERO CRECER SANAMENTE

 

El cigarrillo está hecho de una planta llamada tabaco; que es originaria de "Las Antillas". Es de olor penetrante y contiene nicotina. La nicotina es muy tóxica para la salud: Debilita la memoria y la vista; produce fetidez de aliento, faringitis y dispepsia.

El fumar produce enfermedades como el cáncer en el pulmón. Un señor estaba muriendo de cáncer en el pulmón. No quería morir pero no dejaba de fumar y al fin murió. El cáncer es la tercera causa de la muerte, sobre todo en las jovencitas. Los médicos dicen que el pulmón de un niño está rojo; pero el de un fumador se parece al bofe ahumado, ennegrecido.

El cigarrillo también produce estrechamiento en las arterias o parte del sistema de circulación.

El humo del cigarrillo es bióxido de carbono, aire contaminado que se debe eliminar. Si debo eliminarlo, ¿por qué ingerirlo?

¿Sabes? Cuando una persona fuma se hace daño a sí misma y al que absorbe el humo. Esto último es un acto de mala educación y también es un acto criminal.

 

 

 

 

PORQUE SOY TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO

 

Ya tienes conocimiento de los daños que produce el fumar. Si eres sabia decidirás decir siempre "No", al cigarrillo. Las chicas que fuman se burlan de las que no fumamos pero debemos de tener el valor para decirles que cuidamos nuestro cuerpo y que ellas están haciéndose daño a sí mismas, por tanto esa burla recae sobre ellas que están actuando como necias.

Además, recuerda que la Biblia te dice que "tu cuerpo es templo del Espíritu Santo". ¿Puedes imaginar tu cuerpo, tu templo del Espíritu Santo que debe estar limpio, santo, agradable a Dios, manchado por el hollín del humo y envenenado por la nicotina?

Cuidemos nuestro cuerpo y el de los demás.

No nos dejemos engañar del diablo creyendo que el cigarrillo es algo agradable y que da valor social a la persona. Es todo lo contrario. Es una manera de pagar para envenenarse a sí misma y dañar a los demás.